Cómo ser un buen compañero de onboarding

Si te han elegido como compañero de onboarding, ¡enhorabuena! Se trata de un rol muy gratificante que puede tener un impacto significativo en los primeros días de alguien en la empresa. Además, es una excelente oportunidad para que tú también crezcas y aprendas. Aquí te contamos por qué.

[.callout-small] ¿Te interesa saber cómo implementar un sistema de buddies dentro del plan de bienvenida? En este blog encontrarás consejos prácticos e ideas para ponerlo en marcha. [.callout-small]

Ventajas de ser un compañero de onboarding

Un compañero de onboarding —también conocido por el anglicismo onboarding buddy— es la persona que acompaña a las nuevas incorporaciones durante sus primeras semanas en la empresa, ayudándolas a adaptarse más fácilmente tanto al equipo como a la cultura organizacional.

Este rol no solo es valioso para quien se incorpora, sino también para ti y para la empresa. La nueva persona recibe una bienvenida cercana, el apoyo necesario y una integración más ágil y humana en el equipo. Para la organización, esto se traduce en un proceso de onboarding más eficaz, mayor productividad desde el inicio y un entorno laboral más positivo. Y para ti, como compañero, supone una oportunidad para desarrollar habilidades clave y generar un impacto real desde tu puesto.

Para ti, es una oportunidad para:

• Desarrollar habilidades de liderazgo: Guiar a alguien durante sus primeros días mejora tu capacidad de comunicación, empatía y orientación.
• Ampliar tu red de contactos: Ayudar a nuevas incorporaciones te conecta con compañeros de otros departamentos y fortalece tu red profesional.
• Sentirte bien ayudando: Hay algo muy satisfactorio en hacer que alguien se sienta cómodo y seguro en su nuevo puesto.
• Mejorar tu comunicación: Interactuar regularmente con nuevas personas te ayuda a transmitir la información de forma más clara y eficaz.
• Aumentar la moral del equipo: Contribuir a una experiencia de onboarding positiva mejora el ambiente general del equipo. Cuando los nuevos empleados se sienten bienvenidos y apoyados, se crea un equipo más feliz y cohesionado.

¿Qué tareas tiene un compañero de onboarding?

La función de un compañero de onboarding es facilitar la adaptación del nuevo empleado al entorno laboral, ayudándole a conocer a las personas, comprender la cultura de la organización y desenvolverse con mayor confianza en su día a día.

Es importante destacar que este rol no debe recaer en un gerente ni un líder de equipo, sino en una persona de su mismo departamento o de otro equipo, preferiblemente alguien con antigüedad en la empresa y un buen conocimiento de su funcionamiento.

Las tareas concretas pueden variar según cómo esté estructurado el proceso de onboarding, pero generalmente incluyen:

• Presentar al nuevo empleado al equipo: Ayudarle a conocer a sus nuevos compañeros y empezar a construir relaciones.
• Ser su primer punto de contacto: Estar disponible para resolver dudas, ofrecer orientación y brindar apoyo.
• Transmitir normas no escritas: Explicar las costumbres informales y ayudarle a comprender la cultura interna de la organización.

👉 Descarga nuestra checklist para buddies si quieres conocer todas las tareas recomendadas. (Disponible en inglés)

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Lo que sí y lo que no debes hacer como onboarding buddy‍

Cómo ser un buen compañero de onboarding: 8 consejos

Cada vez más empresas en España apuestan por los programas de onboarding buddy como parte clave de su plan de bienvenida. Organizaciones como EY, Vodafone o SAP ya los han integrado para facilitar la adaptación de nuevos empleados, especialmente en entornos híbridos o remotos. Estos programas han demostrado ser muy eficaces para generar conexión desde el primer día y mejorar la retención del talento joven. (Fuente: El País)
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¿Te han asignado este rol o estás pensando en proponerlo en tu empresa? Aquí tienes 8 consejos que te ayudarán a ser un gran compañero de onboarding.

1. Ponte en contacto antes del primer día

Haz que el nuevo empleado se sienta bienvenido incluso antes de incorporarse. Envíale un mensaje cordial por correo electrónico, LinkedIn o a través de la plataforma de onboarding. Preséntate, expresa tu entusiasmo por su llegada y hazle saber que puede acudir a ti para lo que necesite.

Si es posible, infórmate un poco sobre su perfil: revisa su CV, LinkedIn o pide algunos detalles al equipo de selección de Recursos Humanos.

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2. Ayuda al nuevo empleado a sentirse como en casa en el lugar de trabajo

En su primer día, asegúrate de acercarte y presentarte en persona. Si puedes, acompáñalo en un recorrido por la oficina o pide a alguien de confianza que lo haga. Es importante que conozca su entorno: dónde está su escritorio, la cocina, los baños, las salas de reuniones, etc.

Al final de la jornada, pregúntale si tiene dudas o necesita aclarar algo. Ese pequeño gesto genera confianza y cercanía.

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3. Comparte tus conocimientos

Recuerda que tú eres quien ya conoce cómo funciona la empresa, así que comparte tu experiencia con quien acaba de llegar. Ayúdale a entender lo necesario para tener éxito en su nuevo puesto: cuéntale un poco sobre la cultura de la empresa, con qué personas interactuará más a menudo y cómo se utilizan los canales de comunicación interna.

Los consejos prácticos siempre son bienvenidos: por ejemplo, los mejores momentos para hablar con determinadas personas o trucos sobre cómo comunicarse de forma más eficaz dentro del equipo.

Eso sí, cuidado con no saturar:

• Introduce la información poco a poco, para que pueda ir asimilándola.
• Repite lo importante si hace falta; así le será más fácil recordarlo.
• Anímale a hacer preguntas y hazle ver que puede acudir a ti siempre que lo necesite.

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4. Explica las normas no escritas

Las reglas no escritas son, como su nombre indica, invisibles… hasta que alguien las rompe sin querer. Tú puedes evitar momentos incómodos explicándolas desde el principio. 

Por ejemplo, si hay escritorios "no oficiales" asignados, avisa antes de que se siente en la silla favorita de alguien.

También puedes contarle cosas como: qué se hace si hay cumpleaños, cómo se organizan los turnos para limpiar la cocina o poner el lavavajillas. Son detalles pequeños, pero marcan la diferencia.

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5. Haz seguimiento

El acompañamiento regular es clave, especialmente durante las primeras semanas. Organiza check-ins semanales, envíale un mensaje o acércate a su mesa para ver cómo va.

Ten en cuenta que algunas personas son más tímidas y quizá necesiten un pequeño empujón para abrirse. Frases sencillas como “¿Cómo vas?” o “¿Hay algo con lo que te pueda ayudar?” abren la puerta al diálogo y demuestran que estás presente y disponible.

6. Ofrece feedback claro, constructivo y positivo

Aunque no seas su mentor directo, tu opinión puede ser muy valiosa. Pregúntale cómo prefiere recibir feedback: ¿cara a cara o por mensaje?, ¿con qué frecuencia? Adaptarte a su estilo demuestra respeto y mejora la comunicación.

Cuando des feedback, procura ser claro y específico para evitar malentendidos. Señala las áreas de mejora con ejemplos concretos y propuestas claras: no te limites a decir lo que no está bien, ofrece también cómo mejorarlo.Y, por supuesto, no olvides destacar lo que hace bien: el reconocimiento positivo refuerza la confianza, motiva y contribuye a que se sienta valorado en la empresa.

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7. Usa la gamificación para romper el hielo

Sí, ¡jugar también cuenta! Hay dinámicas muy sencillas con preguntas que ayudan a conocerse mejor y a generar confianza. En la onboarding buddy toolbox encontrarás actividades diseñadas precisamente para eso.

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8. Preséntale a personas clave

No te limites a su equipo directo. Preséntale a compañeros de otros departamentos con los que vaya a colaborar. Avísales de que la nueva persona se pondrá en contacto y anímales a quedar para tomar un café o tener una charla informal.

Esto facilita mucho la integración desde el principio.

💡 Consejo extra: Invítale a comer o a tomar algo durante sus primeros días. Un pequeño gesto que marca la diferencia.

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El compañero de onboarding en remoto

Empezar un nuevo trabajo en remoto puede hacer que todo resulte más difícil: no hay pausas para el café ni encuentros informales, lo que complica conocer a la gente y entender el funcionamiento del equipo.

Ahí es donde un onboarding buddy virtual puede marcar la diferencia, ofreciendo apoyo, cercanía y un punto de referencia desde el primer momento.

Consejos para ser un buen buddy virtual

• Hazte disponible: Asegúrate de que sepa que puede escribirte ante cualquier duda, por pequeña que sea.
• Organiza check-ins frecuentes: Programa videollamadas diarias o semanales, según sus necesidades.
• Utiliza varios canales: Email, chat, videollamada… todo vale para mantener la conexión.
• Comparte recursos útiles: Documentos clave, políticas internas, manuales, enlaces…‍
• Fomenta el contacto social virtual: Propón cafés online o alguna actividad distendida en equipo para que no se sienta aislado.

Conclusión

Ser un compañero de onboarding es una experiencia tan gratificante como enriquecedora. Ayudas a que alguien empiece con buen pie en su nuevo puesto, al tiempo que tú desarrollas habilidades valiosas y contribuyes a construir una cultura laboral más positiva.

Tanto si estás acompañando a alguien en persona como a distancia, tu papel es fundamental. Con una actitud cercana, proactiva y positiva, puedes marcar una gran diferencia en la experiencia de quien se incorpora.

Tu apoyo puede influir en toda su trayectoria dentro de la empresa. Así que disfrútalo… ¡y mucha suerte!